domingo, 10 de junio de 2012

Tu Historia o la mía?



No se si realmente será mi historia, pero quizá haya algo en ella que refleje una parte de mi...
Cuentos para no dormir, dramas y puñales clavados a traición, es todo lo que mi alma guarda en un rincón... Pero de que sirve lamentarse si realmente es lo que todo el mundo hace...

Todo empezó hará cosa de un par de meses como poco, yo estaba encerrada en un laberinto sin salida del que pocos meses después, encontraría la salida, aunque como todo reto, dejando mi mente destrozada...
Alguien me la presentó y me dijo que se iba a quedar con nosotros un tiempo, como siempre, puse buena cara, pero siempre había alguien que habla de la gente que conoce alguna faceta de las personas y te dan su versión, sin pararse a conocerla. Puede que una vez entablas conversación con esa persona que acaba de llegar a tu grupo de amistades sea amable, simpática, o por el contrario una arpía mal educada... No es el caso, pero siempre hay gente así.
Los días pasaban y yo, como siempre, pasaba la mayor parte del tiempo en aquel laberinto sin salida, buscando a tientas una ventana por la que respirar y ver la luz del día. Pero siempre había momentos en los que realmente me lo pasaba bien en aquel oscuro laberinto, quizá porque encontraba alguna cosa que hacer para calmar mi mente. Aunque todo el mundo sabe que a pesar de esa oscuridad que te desorienta, siempre encuentras un haz de luz que por unos instantes te devuelve a la realidad...
Buscaba algo con lo que entretenerme la mayor parte del tiempo, pero muchas veces ese laberinto se convertía en un caos... Pero, dejando a un lado mi laberinto infernal... he de decir que cuando por fin encontré esa salida, tuve que cerrar los ojos porque la luz me cegaba, y hasta que me acostumbré a ella, andaba a tientas como si estuviera de nuevo en el laberinto... pero mi familia me tendió la mano y pude avanzar junto a ellos, dando paso a la luz en mi nueva etapa de la vida, y a ellos les debo tanto...
Pero... a día de hoy, siento un gran vacío en mi interior del que no estoy segura de llenar por el momento, pues aún recuerdo esa angustia que pasé en aquel laberinto y no quiero toparme de nuevo en las entrañas de esa oscuridad...
Se que todos pensarán que mi vida gira en torno a la oscuridad más abrumadora, pero no es así, solo que aún permanece en mi ese miedo y esa inseguridad de encontrarme con el Minotauro que se esconde al acecho para llevarme de vuelta al laberinto del que tardaré demasiado tiempo en salir.
Volviendo a lo que realmente quería contar en esta historia...
Os dije que dos meses atrás me presentaron a alguien que se quedaría un tiempo en la familia, aun no se si será definitivo o volverá a emprender de nuevo su camino, pero esa persona, a la que llamaré Thyra, me hizo cuestionar mis principios, y ver mas allá de toda coraza que cada persona se crea, me hizo pensar tantas cosas que jamás me había parado a pensar que, aunque tenga que reconocerlo, tenía razón en todo, sobre todo, en algo que me dijo “Puedo ser la perra más grande y luego tragarme todo el veneno” esas palabras me llegaron a lo más profundo, porque reflejaron su verdadero yo... llegando a la conclusión de que aunque su aspecto y su comportamiento fueran de mujer fatal, en un rinconcito de su corazón, se encontraba una persona sensible y tierna...
Muchas personas la odian y no la soportan, y muchas otras la quieren como si de una de las siete maravillas del mundo se tratara... para mi, es como lo segundo que nombré...
Pero... porque siempre hay un pero en todo... mi día a día está dedicado a mejorar como persona y a dar lo mejor de mi en el campo de batalla que es la vida... No hay tiempo para laberintos ni paraísos, tan solo para montañas rusas y monólogos llenos de sarcasmos y risas... ¿Quién sabe si en poco tiempo vuelva a sentir esa necesidad de perderme en el paraíso para después encerrarme en la oscuridad del laberinto sin darme cuenta? Solo espero que si el guardián de mi corazón decide entregarlo a alguien, que sea alguien que realmente se gane su simpatía y su respeto antes de dárselo al primer peregrino que pase por ahí...


* Thyra – protector en griego (por si las dudas)

viernes, 27 de abril de 2012

The Story Of His Life


Le mira a los ojos y suelta una carcajada “¡jajaja! Deja ya de mirar mis orejas” mete la mano al bolsillo de su pantalón y saca una cajita, la abre y empieza a liarse un porro. “¿Quieres?” le ofrece amablemente y al ver que niega con la cabeza contesta “mejor, más para mi”, le da una calada e inhala hasta que se queda sin aire.
“Bueno, te contaré el por qué de mis orejas, pero no es nada agradable” traga saliva y vuelve a darle una calada al porro. “Todo empezó hace hoy dieciocho años; está bien, para que nos vamos a engañar, no te mentiré, hoy celebro setecientos años que nací, se que no lo creerás pero así es” se sube el cuello de la gabardina y se coloca el gorro de lana tapándose las orejas. “Mi familia...” se para a pensar unos segundos y continua “mi madre, me engendró en un sucio establo, es triste creerlo, pero así es, ahí nací yo, entre la paja y las heces de los caballos, recuerdo como mi madre me contaba que cuando nací, tenía las orejas puntiagudas y eso se debía a que su familia eran elfos, y por eso es que heredé esa parte de ella, las orejas y su gran corazón” hizo una nueva pausa, alzó la vista y no pudo resistir las ganas de volver a reír, aquel individuo seguía sin creer ninguna palabra, pero daba igual, su historia era cierta y la iba a contar le gustase o no.
“Bien, como veo que tienes tanto interés en mi historia, proseguiré con ella” vuelve a hacer una pausa para darle una nueva calada al porro, mientras el humo sale de sus pulmones haciendo un dibujo. “Cuando nací, solo estaba mi madre conmigo, siempre viví con ella, los dos solos, y siempre en guardia, pues tenía miedo de los lobos que acechaban cada noche buscando algo de comer. La verdad que, ahora que lo pienso, es algo extraño lo que me ocurrió aquella noche” hace de nuevo una pausa, le da la última calada al porro, mira al cielo y suelta el humo, baja la mirada al porro y con un golpe seco con los dedos, lo lanza lejos de él. “Recuerdo que salí al porche a mirar la luna, junto a mi madre, como cada noche solíamos hacer y mientras hablábamos recordando todos los momentos que habíamos pasado juntos, fijé la vista hacia el bosque que se perdía en la oscuridad, vi dos sombras y cada vez se acercaban más, advertí a mi madre sobre la presencia de aquellas dos sombras, tenía miedo, pues apenas era un niño de diez años, y cuando mis ojos enfocaron a aquellas dos sombras, pude observar que dos lobos estaban a pocos metros de nosotros, nos miraban, y yo podía sentir la fuerza que emanaba de sus peludos cuerpos, no tenían intención de atacar, pues parecían tranquilos, recuerdo que me levanté y los lobos dieron unos pasos hacia atrás, pero se quedaron ahí.” Hace una pausa y saca de su bolsillo un paquete de tabaco “¿quieres?” le pregunta amablemente mientras le da uno, coge su encendedor y le se lo ofrece, luego se enciende su cigarrillo, “bueno, el caso es que mientras nos miraban los dos lobos, el cielo se estaba oscureciendo por las nubes, que taparon la luna por completo y en aquel instante vi como aquellos dos lobos se empezaban a retorcer del dolor, convirtiéndose en humanos, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, tenía ganas de huir dentro de la casa, pero algo me lo impedía, entonces empecé a caminar hacia ellos, sin detenerme, con la vista fijada en aquellas personas; recuerdo que mi madre siguió mis pasos y cuando llegué allí, me paré en seco, y vi a esas dos personas desnudas, un hombre y una mujer, de edad mediana, supuse que no deberían tener más de veinte años, me quedé paralizado, escuché como aquella mujer gemía de dolor y mi instinto me dijo que corriera a casa, y así lo hice, corrí tanto como mis cortas piernas podían, entré en la casa, agarré unas mantas y volví a salir hacia donde estaban, vi a mi madre acercarse a ellos y mientras recitaba unos versos en un idioma que yo desconocía, una luz verde subió desde el cuerpo de aquellas personas hasta donde mi vista alcanzaba” Mientras relataba aquella historia, una lagrima caía por su mejilla, le dio una calada al cigarrillo y prosiguió con el relato. “Cuando llegué de nuevo al lugar donde se encontraban, les puse las mantas protegiéndolos del frío, y me quedé allí con mi madre y ellos un buen rato, hasta que pudieron levantarse.” Da una calada al cigarro. “Los llevamos a casa y a pesar de mi corta edad, mi madre me dijo que preparara café, y les ofrecí una taza a cada uno, me lo agradecieron, y el hombre empezó a hablar, nos dijo que nos sentáramos en las sillas y que escuchara lo que tenían que decirnos; sus palabras me dejaron atónito, pues él dijo que había estado vigilándonos todo este tiempo, que sabía el día exacto en el que había nacido, sabía también muchas cosas de mi vida, como que conocía a mi madre, conocía mi nombre... me dijo que el nombre que me dio mi madre lo había elegido él, Nebraska.” Hizo una nueva pausa y terminó el cigarrillo que fumaba, lo dejó caer al suelo y lo pisó con la bota. “Aquella noche descubrí muchas cosas que yo ignoraba, y ambos me abrieron los ojos, pero el colmo de todo fue cuando el hombre me reveló que era mi padre, no podía creer todo aquello, recuerdo que miré a mi madre y vi que tenía los ojos llenos de lágrimas. Y así es como por fin supe la verdad de toda mi historia, entendí de donde provenía mi fuerza y mis pasión por ayudar a los enfermos. Y creer que siempre pensé que el buen olfato que tenía era común en todas las personas...” Soltó una carcajada. “Bueno, ya te conté todo lo que debías de saber, ahora... me encantaría escuchar tu historia, pero la verdad es que me muero de hambre...” Miró a aquel individuo a los ojos y con la agilidad que poseen los lobos, lo agarró de los hombros y le mordió el cuello, dejando sus dientes clavados en la débil carne humana, y mientras aquel hombre iba muriendo poco a poco, él disfrutaba del tentempié de la noche. Cuando sació su hambre, limpió sus labios con la manga de su gabardina. “Humanos, tan ingenuos y a la vez tan sabrosos...” Se encendió un cigarrillo y fue caminando por la calle oscura hasta que, finalmente se encontró con su madre que lo estaba esperando calle abajo, dejando los restos de aquel hombre en mitad del camino. “¡Qué! ¿Ya has cenado hijo?” le preguntó su madre. Él soltó una carcajada y abrazó a su madre, acto seguido siguieron caminando por aquella calle oscura hasta que desaparecieron en la noche.


lunes, 19 de marzo de 2012

La cruda realidad



Gritas, lloras y nadie te escucha, tu voz acaba quebrándose y dejas de emitir sonido alguno. Sigues insistiendo en gritar con todas tus fuerzas, pero tu voz quedó en silencio hace rato. Lágrimas recorren tus mejillas arrastrando consigo el maquillaje negro de tus ojos.
Por tu espalda sientes como algo se precipita haciendo un surco, quemándote, notas como va enfriándose poco a poco, y queda pegado a tu piel como si de la cera de una vela se tratara; en tu cintura sientes un pequeño circulo de calor que al contacto con tu piel te quema, como si de un cigarrillo se tratara, en tu cuello notas los dientes de alguien que te desgarran la piel y se llevan consigo un pedazo de tu cuerpo; y por tu abdomen sientes como las uñas de alguien se clavan y arrastran tu piel dejándote en carne viva unas marcas que te escuecen al contacto con el aire. Tienes miedo, estas atada de pies y manos y tus ojos los cubre un trozo de tela que te impide ver lo que ocurre.
No dejas de llorar y vuelves a gritar con el poco de voz que aún te queda cuando notas como alguien te pellizca y retuerce tus pezones. Crees que todo está acabando, pero te das cuenta de que solo es el principio de una tortura que acabará con tu vida...
Estás sentada en una silla, cuando de repente alguien te agarra del pelo y hace que te levantes, un empujón te lleva de bruces contra una pared, mientras sujetan tu cara con una mano, al mismo tiempo sientes un cuerpo masculino pegado a ti, rozando tu piel; tu lloras, pides que paren, no aguantas más y deseas morir en aquel mismo instante. Tu oído se agudiza al máximo y escuchas deslizarse una cremallera, sientes un empujón, pero esta vez dentro de ti, seguido de varios golpes secos, tu cuerpo se estremece y sientes como si te desgarraran por dentro... Varios minutos después, esos golpes se detienen, ese hombre te da la vuelta y hace que caigas de rodillas al suelo, te tira del pelo para que grites y abras la boca por los gritos, pierdes la respiración al  sentir que algo se introduce en tu boca, notas la fricción que hace al entrar y salir, cada vez más deprisa y cuando se detiene piensas y rezas porque todo haya terminado, un líquido viscoso y caliente te inunda la boca, se resbala por tus labios y tienes ganas de vomitar, pero ese algo dentro de tu boca te lo impide.
Vuelves a agudizar el oído y escuchas como aquel hombre dice “traga, zorra, traga” esas palabras perduran en tu cabeza como un eco de las suyas. Quieres desaparecer, e incluso llegar a morir en aquel instante, pero por más que tus deseos de dejar este mundo te llenen la cabeza en ese momento, nadie te hace caso, y tienes que hacer todo lo que te dice aquel hombre, así que a pesar de las nauseas que te provoca aquel líquido que aún sigue en tu boca, lo tragas. Vuelve a tirarte del pelo y gritas de nuevo. “¿Es lo que querías verdad?” escuchas sus palabras, empiezas a temblar y a llorar de nuevo. Te empuja contra el suelo y en aquel instante notas un golpe seco en tu estomago, a partir de ese golpe, pierdes la cuenta de cuantos recibes, logras abrir un poco los ojos y ves como aquel despreciable ser esta dándote patadas en el estómago con sus botas militares negras. No aguantas más y vomitas, y por si esto fuera poco, y creías que toda tu angustia terminaba aquí, no es así, un último golpe certero en tu cabeza hace que pierdas la consciencia de todo lo que te rodea. Tu cabeza cae al suelo y por momentos un charco de sangre empieza a rodearte.
Ojala hubieras muerto en aquel momento verdad?...
Las violaciones son algo que está a la orden del día, en cada rincón del mundo, y lo peor de todo, es que nadie hace nada por evitarlo.
Varios meses de cárcel y fuera, volverá a hacerlo, con otra mujer, y quizá, la próxima mujer a la que viole, la conozcas o puede que seas tu misma...




lunes, 20 de febrero de 2012

El diario de Noa


- Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambio de un segundo juntos, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte...
Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás...
Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo y me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú...

                       

viernes, 17 de febrero de 2012

Carnaval en Manhattan


Era la mejor noche de todas, aquella noche iba a beber, fumar, bailar... y quizá con un poco de suerte me llevaría a casa a alguna mujer...
Esa noche, se celebraba la mejor fiesta de la ciudad, era la noche de Carnaval. Las familias adineradas reservaban todas las salas de baile, y allí estaría “la creme de la creme”.
Pero eso es lo de menos, a la fiesta que iría yo, poca gente la conoce, aunque si es cierto que también se verían caras conocidas, como por ejemplo, la mía. Y no es por presumir ni nada, pero a mi persona se la conoce por mi don de gentes y sobre todo por la lista interminable de mujeres que han pasado por mi cama. Se que no es algo de lo que enorgullecerse, pero gracias a eso se me conoce en todos los rincones de la ciudad... Si realmente supiera la gente de donde provengo, muchas personas se lo hubieran pensado antes de conocerme. Pero eso tampoco viene al caso...
Esa noche iba a ser el momento cumbre de mi vida, ya que apuntaría a lo más alto. En esa fiesta aparecería de un momento a otro la mujer más deseada y cotizada de todo Manhattan, Lilith von Dämon, hija del multimillonario Nicholas von Dämon. Aquella joven era la última pieza de mi rompecabezas y con la que culminaría la vida que he llevado durante los últimos cinco años. Si todo iba según lo planeado, aquella noche, Lilith caería en mis brazos.
Pero, adelantemos un poco más la historia...
Nueve de la noche, todos terminaban de cenar en los restaurantes más famosos de la ciudad, yo, por el contrario, había cenado en mi casa a la luz de una vela, a solas, tan solo con la compañía del servicio y mi mejor amigo y niñero en mi infancia, Zachary.
Al terminar la cena, fui a mi habitación a arreglarme, sacaría del armario aquel traje negro que dejé olvidado en lo más alejado del armario y le añadiría una capa negra y plateada junto con un bastón con la empuñadura de oro. Y sin olvidarme de la mascara, una replica exacta de la obra de teatro “El fantasma de la ópera”. Dejaría mi cabello dorado suelto, sin más.
A las diez en punto salía de mi casa y me subía en la limusina que tantos recuerdos me traía y donde tantas mujeres habían caído desesperadas por mi lujuria. Veinte minutos más tarde estaba a una manzana de la fiesta, donde le dije al chófer que parara ya que donde iba era un local clandestino y solo se podía entrar con invitación y mucha discreción. Me apeé y seguí andando hasta la siguiente manzana.
Una vez dentro todas las personas de aquella fiesta se giraron para ver quien entraba y por supuesto, la mayoría de mujeres me saludaron con una sonrisa de placer en sus rostros. Pero la que realmente me interesaba, estaba en la última mesa del local, hablaba con otras mujeres, a las que, por supuesto, ya había conocido muy íntimamente. Me acerqué con paso firme y saludé con esas dulces palabras que tanto gustaban a las mujeres.

- Buenas noches señoritas, ¿cómo va la noche?

Todas aquellas mujeres rieron con picardía.

- No tengo el placer de conocerla, si pudiera dedicarme unos segundos para saber su nombre, me haría la persona mas dichosa de toda la fiesta. - me acerqué a Lilith y le agarré la mano para besarla.
- Mi nombre es Lilith von Dämon, hija de Nicholas von Dämon.
- Disculpe que la tutee pero una joven como usted no merece que la traten como si de una vieja se tratara. - le dije con el mayor respeto que me habían inculcado. - ¿Eres tu la mujer a la que medio Manhattan desea tener a su lado íntimamente verdad?
- No sabría decirle, pero quizá sea cierto lo que sus palabras y rumores dicen.
- ¿Me permitiría acompañarla esta noche?
- Primero... me agradaría conocer su nombre.-
- Es considerable su petición, mi nombre es Alexandra Raven, y supongo que habrá oído de mi persona, aunque quizá todos los rumores sean bastante libertinos.
-Tiene razón, esos rumores que han llegado a mis oídos son un tanto lujuriosos, pero no descarto que usted sea una persona humilde.
- Me alaga Lilith. Si hiciera el favor de acompañarme a otra mesa donde podamos entablar una conversación las dos solas...

Lilith se levantó y se excusó con sus amigas, y me acompañó por toda la estancia del local a una mesa más retirada y en la penumbra.
Pasamos toda la noche hablando y bebiendo. Y mi meta estaba por llegar. Al rato de estar allí, salimos las dos del local, hice una llamada a mi chófer el cual nos recogió en la puerta y nos llevó a mi casa. Cuando llegamos fuimos a la biblioteca y serví un par de vasos bajos con wisky y un hielo. Tenía que dar el paso para que cayera en mis manos y disfrutar de una noche de pasión y frenesí.
Pasada media hora, Lilith me incitó a que la llevara a la cama con otra finalidad que la de dormir. A la que por supuesto acepté encantada.
Os contaría lo que pasó con gusto, pero no puedo desvelar lo que sucede en mis dominios más íntimos. Solo puedo deciros que aquella noche sucedió algo que ninguna de las dos podríamos explicar, nos enamoramos y a pesar de nuestros sentimientos, jamás pudimos estar juntas. Pero aquella no fue la única noche que compartimos habitación...

Humildemente me tengo que despedir aquí...
Gracias por deteneros un momento para leer mi última aventura libertina...

lunes, 13 de febrero de 2012

Sex in the fitting room


Aquí os voy a dejar una escena bastante "hot" de la novela que estoy escribiendo, quien la ha leído dice que esta es la escena que más le ha gustado, así que quería compartirla. Espero que os guste!

Jenn se levantó de la silla y se puso frente a mí, y con el dedo índice, me señaló en el pecho, empujándome hacia dentro del probador. Cerró la puerta tras ella y me besó.
-Jenn no deberías hacer esto.
-¿por qué?
-Nos van a llamar la atención.
-¿y qué?

-¿te da igual?, vale tú lo has querido… pero luego no te “achantes”

Cogí a Jenn por la cintura, la apoyé contra la pared del probador y empecé a besarla, ella intentaba rodearme con sus brazos, se los cogí y los puse arriba de su cabeza, cogiéndolos tan solo con una mano…
-¿Qué haces?
-Nada, eras tú a la que le daba igual que nos llamaran la atención…
-Ya pero…
-¿No me digas que te estás acojonando?
-¿Yo? Para nada…

Seguí besándola, y con la mano que me quedaba libre, fui deslizando los dedos por todo su cuerpo, desde el cuello, pasando por su pecho, rodeando su ombligo hasta llegar al borde de su pantalón… noté como se empezaba a acelerar su respiración, metí mi mano por dentro del pantalón, junté dos dedos y los metí dentro de ella, dios estaba mojadísima… aceleré el ritmo de mis dedos, haciendo así que se le escapara un gemido, le besé para que no la escuchara la dependienta, y seguí metiendo y sacando mis dedos de su cuerpo, sentía como sus caderas se acercaban a mí y empezaba a temblar haciendo que sus piernas no pudieran sostenerla, aquello resultaba muy morboso, ya que teníamos que estar atentas a que no entrara nadie que pudiera pillarnos en aquel momento tan íntimo… pasaron cinco minutos y en el último momento fue cuando la hice correrse de placer, metiendo cuatro de mis dedos y empujando suavemente hacia arriba, ahí fue cuando sus piernas se debilitaron haciendo resbalarse por la pared del probador, me agaché junto a ella y la besé. Jenn estaba exhausta. Me puse la ropa y salí de allí. ¿Qué había hecho? Me había follado a mi mejor amiga en un probador… dios que gilipollas puedo llegar a ser. Lo bueno de todo es que hacia unas horas le dije que no iba a follar con ella porque es mi mejor amiga… joder, antes lo digo, antes lo hago…
Jenn salió del probador, yo estaba mirando algo que me llamó la atención, alcé la vista y ella me miró, yo agaché la cabeza, no podía mirarla a los ojos (este era un momento de los de “tierra trágame”),fue a la caja y pagó varias cosas, me llamó y salimos de la tienda, ninguna de las dos dijo nada hasta que llegamos a casa de Jenn.

-Ash, lo siento, sé que no querías hacerlo…
-Jenn tranquila, no pasa nada, además… ¿no era eso lo que querías?
-Si… pero no de este modo.
-Bueno, no hay que darle vueltas a nada, no te rayes porque no es para tanto.
-¿¡Qué no es para tanto!?
-Pues…no
-Ash… te juro que ha sido el mejor polvo de mi vida.

viernes, 10 de febrero de 2012

Me prestas tus alas?

Al cortarme las alas...
To clip my wings...
Meine Flügel zu stutzen...
Pour couper mes ailes...




me quitaron la libertad...
I took the liberty...
nahm ich mir die Freiheit...
je pris la liberté...

miércoles, 8 de febrero de 2012

La Princesa Prometida




-Íñigo Montoya: Aún tardaréis mucho en llegar aquí arriba? 

-WestleySi tanta prisa teneis podríais lanzarme una cuerda, una rama de árbol u otra cosa que me fuera de utilidad. 

-Íñigo Montoya: Eso haré. Aquí arriba tengo una cuerda, pero no creo que aceptéis mi ayuda porque yo estoy esperando para mataros. 

-Westley: Entonces no podremos trabar amistad.

               ----------------------------------------------------

Bueno, hoy he decidido poner este pedacito de película, porque la verdad que me llamó la atención, es justo del año en el que nací, de 1987 y yo no la había visto hasta hace cuatro días, y gracias a una amiga que me dijo de verla. No la pude terminar de ver porque me venció el sueño, eran las seis de la mañana cuando nos poníamos a verla. Y lo que vi de la película me gustó mucho la verdad. Cuenta una historia de amor muy bonita, y la verdad que tiene bastante sentido del humor, o sino, vuelve a leer la escena de arriba...

Dije que dedicaría este post a una amiga, que casualmente es con quien vi la película. ¿En estos casos se suele escribir todo lo que esa persona ha hecho por ti, lo que has aprendido de ella y le das las gracias por todo verdad? Bueno, yo no soy muy buena para esto la verdad, aunque aquella noche hablé más de la cuenta la verdad, pero no me arrepiento de nada, bueno, el caso es que, a esta mujer, si te digo la verdad, no hay palabras para describir lo brillante y buena persona que es, y no solo yo estoy de acuerdo con lo que estoy escribiendo, así que no me eches la culpa a mi sola...

Gracias por compartir esta película conmigo.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Descubriendo Nunca Jamás


¡Quizás pueda pasarte la llave a través de los barrotes!
- Yo no me arriesgaría señor. El malvado príncipe George ha torturado a muchos hombres.
- ¿Le está molestando señor? Mi hermano puede llegar a ser una persona sumamente irritante.
- Ajá, ¿el príncipe George, supongo? Tengo entendido que eres el horrible tirano que ha encarcelado a este desdichado.
- ¿Horrible? No, en realidad soy un gobernante firme, amable y tolerante.
- ¿Y qué es lo que ha hecho exactamente...? ¿Cómo has dicho que te llamas?
- Michael.
- ¿Cuál es exactamente el crimen de Michael?
- Ser mi hermano pequeño.
- Oh, ya entiendo. Lo siento chico, no puedo liberarte.
- No pasa nada.
- ¿Podemos jugar con su perro?
- Éste es John, el segundo en la línea de sucesión.