Mi historia es sencilla… bueno, eso
creo, la verdad no estoy seguro de que en mi vida la sencillez sea
parte de mí…
En primer lugar voy a presentarme, pues
que sería de un relato sin tener una leve descripción de su
personaje principal, creo que no sería lo justo por mi parte, contar
mi historia sin dar apenas un dato sobre mí mismo.
Mi nombre es Engjëll Rënë¹, sé que
es bastante raro, pero proviene del albanés, tiene un significado
curioso, pues tal vez ese fue mi pasado en la vida… pero no
entremos en detalles. No soy muy bueno para describirme a mí mismo,
así que diré lo que se suele decir en estos casos. Físicamente soy
de piel blanca, ojos marrones y cabello oscuro, soy de estatura
mediana y sin tener tapujo alguno, diré que estoy delgado y mi
cuerpo no será el de un guerrero griego, pero tampoco es el de un
niñito de mediana edad, diré que estoy bastante bien…
Bueno, ya basta de halagos hacia mi
persona, y empezaré con mi historia de una vez…
Todo empieza un jueves, o quizá
viernes, que mas da… como cada tarde, yo estaba esperando esa
llamada que me haría salir de mi apartamento y desplazarme a algún
antro de mala muerte para embriagarme y seducir a alguna joven virgen
e inexperta, pero no os hagáis una idea equívoca de mi persona, no
me prostituyo ni soy “gigoló” ni ninguna de esas historias que
de por medio hay sexo sin compromiso. Nada que ver, yo solo soy
acompañante de mujeres, aunque, con la diferencia de que mi vida se
desenvuelve en círculos de gente adinerada y bastante importante e
influyente.
Sentado en aquel sofá viejo, pasaba
mis horas frente al televisor, cambiando canales y con una botella
de ron añejo en la mano. Eran las ocho de la tarde, y en ese momento
que estaba mirando el reloj, sonó el teléfono, ahí estaba mi
llamada, la que estaba esperando como cada día…
- Dime Jaque, ¿algún trabajo para mi esta noche?
- …
- Ajá, de acuerdo
- …
- ¿Y dices que es hija de Emmanuel von Löschen?
- …
- Es un trabajo muy delicado ese, ¿lo sabes verdad?
- …
- Jaque, tu sabes que yo jamás he podido amar a ninguna mujer, pero no puedo prometerte nada, pues ya sabes de mi debilidad por esa jovencita…
- …
- Lo se, lo se…
- Entonces a las diez de la noche donde siempre. Ahí nos veremos.
A veces pienso que Jaque es como si
fuera mi madre… tan atenta y tan regañona… pero bueno, es su
trabajo, el que yo este perfecto cada noche.
Bueno ya era hora de ir preparándose
para salir, así que lo primero, una ducha, cuando termino, con la
toalla anudada a la cintura, voy a mi habitación y busco la ropa que
esta noche llevaré. Opto por un traje negro, con camisa negra y
corbata verde oscura, con unos zapatos negros. Sencillo pero
elegante.
Las nueve y media, justo a tiempo, como
siempre. Me pongo la gabardina negra y busco las llaves de mi coche,
salgo de casa y voy hacia mi coche. Miro la hora en el reloj y me doy
cuenta de que han pasado quince minutos y yo aún seguía en la otra
punta de la ciudad. Subo al coche y sin vacilar empiezo a correr
y esquivar los coches y peatones que hay por las calles, debía
llegar puntual, y no importaba cuantas multas me llevara el día
siguiente.
Llegué, y aun tenía unos minutos para
relajarme. Salgo del coche, me apoyo y me fumo un cigarro. Hacía
tantas horas que no fumaba que me sentía con ganas de más, pero no
era propicio el fumar tanto. A lo lejos veo a Jaque, termino mi
cigarro, lo tiro al suelo y lo piso. Empiezo a caminar hasta donde
esta ella, aunque me detengo un segundo al ver que no esta sola. A su
lado estaba aquella joven, Lúa von Löschen². Se la veía tan
perfecta y delicada, con ese cabello negro como la noche, esos ojos
verdes que te hipnotizaban y podías llegar a matar y cometer
un parricidio si ella te lo pedía, aquella figura tan perfectamente
esculpida por las manos del mismísimo creador del mundo, parecía
estar hecha con un único patrón que, al terminar, destruyeron para
que no hubiera ninguna otra copia de ella misma. Lo cierto es que,
aquella joven siempre me transmitía una sensación de felicidad
que nadie lo había conseguido antes.
Me acerqué a ellas con paso decidido,
saludé, como buen caballero y Jaque me presentó oficialmente a la
señorita Lúa.
- Este apuesto caballero será vuestro acompañante esta noche – le explicó Jaque.
- Un placer conocerla señorita von Löschen – dije con amabilidad.
- El placer es mío… - dijo Lúa esperando escuchar un nombre.
- Discúlpeme, mi nombre es Engjëll Rënë – terminé de decir.
- Bueno, pues hechas las presentaciones, vayamos dentro que empieza a hacer frio aquí fuera – dijo un poco aturdida Jaque.
Entramos dentro de aquel antro para
ricos, la verdad que aquellos sitios, por muy acostumbrado que
estuviera, no me agradaban mucho, prefería un lugar donde la palabra
fornicar estuviera menos rechazada o tal vez escuchar
frecuentemente tales palabras como “te voy a matar maldito
bastardo”. Pero bueno, perdón por la intrusión de mis gustos más
barriobajeros y cochambrosos…
La verdad me llamaba la atención la
forma de caminar de aquella mujer, bien mirado, si te parabas un
segundo a observar sus pasos, a cada paso que daba, sus tacones se
clavaban en el piso con tal crueldad que más de un masoquista
estaría ansioso por ser el piso donde ella caminaba… lo curioso de
todo, es que a pesar de ese pequeño detalle, se movía con tal
soltura y delicadeza que todo lo demás quedaba obsoleto.
Por mi mente frecuentaban muchos
pensamientos lujuriosos y bastante sucios con respecto a esa joven,
no podía evitar tenerlos, pues cada vez que ella estaba cerca de mí,
me incitaba a hacer cualquier locura… y la que ahora mismo rondaba
por mi cabeza era bastante morbosa. Imaginaos a vosotros mismos
teniendo sexo salvajemente con una mujer perfecta encima de aquella
mesa tan sumamente pequeña que solo cabían los cubiertos, la copa y
el plato para un comensal. Pero bueno, la noche seguía siendo
joven y aquella preciosa mujer debería cancelar sus planes de dormir
en su casa…
Bueno, creo que me adelantaré con toda
la historia, pues la verdad es bastante aburrida, esas reuniones de
la “jet set” que dicen, nada tienen que ver con lo que se ve en
las películas. Así que no os agobiaré con esa bazofia de
reuniones.
La noche terminó como esperaba, Jaque
mirándome con ojos de asesina en serie y yo acompañando a la
señorita von Löschen a un hotel donde quizá culminaría mi
búsqueda desesperada de una mujer a quien amar eternamente.
Llegamos al hotel, donde sus paredes
estaban esculpidas en piedras de pizarra, toda la estancia era
de color negro y algún detalle en blanco, casi imperceptible, pero
es cierto que aquel hotel era uno de los más caros, importantes y
bellos de toda la ciudad. Pero vamos a lo que necesitáis saber y
leer con vuestros propios ojos y vuestra mente sucia y morbosa.
Subimos a la suite de aquel hotel, no
recuerdo a qué altura estaba, pero desde allí se podía observar
prácticamente toda la ciudad…
Lúa desapareció de mi vista unos
minutos, fue a ponerse algo más cómoda, ya me entendéis. Mientras
yo estaba observando toda la estancia, todo al mínimo detalle, no
faltaba nada. Pocos segundos después, apareció casi desnuda, apenas
una fina capa de seda mas bien transparente cubría su delicado
cuerpo.
Mis ojos la miraban intensamente, y mi
cuerpo la buscaba a ella, necesitaba saciar mi sed de sexo con
aquella mujer. Y al parecer, ella tenía los mismos planes que yo
aquella noche. Lúa se acercó a mi con decisión, y cuando estaba
apenas a dos milímetros de mis labios me susurró pegando sus labios
con los míos: “tómame”.
Siento deciros que, lamentablemente, he
de dejaros con la intriga de cómo fue aquella noche, pues
ciertamente, a día de hoy, no voy a desvelar las intimidades de mi
mujer…
¹ Juego de palabras en albanés, cuyo significado es “Ángel Caído”.
² Juego de palabras en gallego y alemán, su significado es “Luna Clara”, llevando el título que antiguamente se otorgaba a las familias de renombre alemanas (von = de).
ERES UNICO RECUERDALO SIEMPRE MI ALMA
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